Hoy encaminamos nuestros pasos hacia el curso del Ebro, más concretamente a las localidades cántabras de Aldea de Ebro, Loma Somera y Bustillo del Monte, tres pueblos recónditos pero con el encanto recio de los pueblos alejados del turismo masivo.
Los tres tienen algo por lo que destacan: en Aldea de Ebro existió un antiguo balneario, Baños de Aldea, que alberga en su interior un parque con una variada colección de árboles. Loma Somera cuenta con un hermoso casco empedrado y Bustillo es un bullicioso pueblo en verano que se asienta en una ladera frente al Monte Costisanti, que posee más de sesenta robles albares de edad centenaria.
En esta ruta nos acercamos a tres robles milenarios, según la datación popular. “La Piruta” crece junto al pueblo de Loma Somera y los robles albares “El Joven” y “El Abuelo” se refugian en pleno bosque de Costisanti en Bustillo del Monte. Cuentan que un día de verano de principios de este milenio “El Abuelo” empezó a arder y aunque los vecinos consiguieron sofocar el fuego, la mitad de su tronco quedó muerto.
La distancia total de la ruta es de 10 kilómetros hasta “El Abuelo” y algo menos hasta “El Joven”. Se estima que la duración de la excursión sea algo menos de tres horas. La dificultad es media, solo hay que salvar un desnivel de 483 metros. Pero sí advertimos de que el acceso a “El Abuelo” solo lo hagan quienes sepan moverse bien monte a través. Si se concluye la ruta en “El Joven” la excursión se simplifica. Se puede realizar todo el año aunque en otoño hay que tener cuidado con las cacerías y en invierno, también, por la nieve.
Más información en Los cañones del Ebro, de José López Cobo.
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