Hoy dirigimos nuestros pasos hacia el alto Ebro, un zona triangular irregular determinada por la Cordillera Cantábrica al norte y por el Sistema Ibérico al sur, con una extensión aproximada de 6500 kilómetros cuadrados. El pico Tres Mares (2175 metros), al noroeste de Reinosa, actúa como vértice en la divisoria cantábrica, mientras que el curso alto del río Ebro concluye en el desfiladero de las Conchas de Haro, doce kilómetros más allá de Miranda de Ebro.
La ruta que proponemos hoy parte de Valdelateja. Desde aquí acompañaremos al Rudrón (río de aguas tranquilas y transparentes) y al Ebro (río de aguas turbias por arrastrar todo tipo de materiales) en el tramo final de sus dos cañones. Al unirse los dos cauces, la diferencia de temperatura, caudal y carga provoca la formación de unas pequeñas terrazas bajo la ermita de San Antonio. El Ebro prosigue su curso por el último tramo de los cañones bajo unos cantiles escalonados hasta que pierden todo su vigor en el último tramo.
La dificultad de esta excursión es media por la distancia a recorrer, un total de 18 kilómetros. Se estima que la duración se aproxime a cuatro horas y cuarenta minutos. El tipo de marcha es circular, parte de Valdelateja, de ahí llegaremos a la Central Eléctrica, el siguiente punto será Pesquera de Ebro, Cortiguera y vuelta a Valdelataja.
El tipo de camino que encontrará el excursionista será sendero, pista y un tramo por carretera. La época recomendada para realizarla es todo el año, aunque en el invierno puede nevar y hacer mucho frío. No hay que preocuparse por al agua, hay fuentes en los pueblos que atraviesa la ruta.
Más información en Los Cañones del Ebro, de José López Cobo.
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