Hoy encaminamos nuestros pasos hacia el entorno natural en el que se enmarca probablemente uno de los pueblos más bonitos de España, nos referimos a Albarracín (declarado por la Unesco Monumento Nacional en 1961). La ubicación de esta ciudad está fuertemente influenciada por el marcado carácter defensivo del lugar, elevado sobre la hoz del río Guadalaviar, como lo demuestra su recinto amurallado que rodeaba completamente el casco histórico.
El pueblo en sí ya merece una visita. Se fundó sobre una villa romana. Durante el periodo musulmán la ciudad era un núcleo militar importante, desarrollándose el primer recinto defensivo que incluía la Iglesia de Santa María y el Alcázar. Hoy se pueden ver restos de los basamentos de la muralla y torreones, como por ejemplo El Torreón de El Andador, La Alcazaba o la Torre del Agua.
En los siglos XI y XII se independiza y será en la Edad Media cuando se considere el periodo de mayor esplendor y desarrollo económico de la ciudad. A finales del S. XIII fue conquistada por Aragón y desde entonces pertenece a esta, hoy, comunidad.
Pero el objetivo de hoy es penetrar en la Sierra de Albarracín y recorrer uno de sus atractivos cañones horadado por el río Fuente del Berro. Lo que encontrará el senderista en su camino es un abrazo constante entre agua y roca. Vamos a descubrir la cascada de Calomarde y el barranco de la Hoz.
El recorrido es de una distancia de 12 kilómetros y se estima que la duración del mismo sea de unas cuatro horas. Esta excursión entraña una dificultad media, el desnivel es bajo y la época recomendada para realizarla es la primavera y el otoño. El itinerario comienza en la zona de aparcamiento habilitada junto a la cascada Batida o de Calomarde, un impresionante paraje donde se dan cita cuevas, tobas y travertinos mezclados con el fluir del agua.
Más información en Sierra de Albarracín. 20 rutas de José María Sendarrubia y Ángel Vázquez
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