Como parace que ya se ha instalado el buen tiempo, hoy proponemos una ruta muy asequible para quienes no conozcan aún los monumentales robles que se encuentran en las laderas que bajan de los últimos Montes Carpetanos hacia el valle de Lozoya.
No es fácil distinguir al roble de la Maleza, uno de los más singulares de la Sierra de Guadarrama, aunque muy probablemente podremos contemplar alguno de los robles citados. A pesar de ello, la excursión es más que recomendable solo por las vistas que se tienen sobre el valle de Lozoya.
Para iniciar la ruta sugerimos subir hacia el puerto de Navafría, desde Navafría o desde Lozoya por una carretera estrecha de montaña. La distancia total es de 12 kilómetros y estimamos que se puede realizar en tres horas y media aproximadamente.
La dificultad de esta excursión es baja, existiendo un desnivel de 300 metros de subida y los mismos de bajada. El tipo de camino que encontrará serán pistas y la época más recomendable para realizarla es en cualquier estación, aunque los días calurosos y los de nieve son menos atractivos porque habría que ir perfectamente equipado.
El Valle de Lozoya es siempre garantía de éxito, por su valle de bosques de pino silvestre y de robles. En su entorno, el senderista encontrará el puente de Cantos o del Congosto, de origen romano, además de los puentes medievales de Canencia. Se podrá encaminar hacia Rascafría donde hallará el monasterio del Paular, en un enclave privilegiado. Muy cerca quedan pueblos tan pintorescos como Oteruelo, Pinilla o Alameda. En el aspecto más cultural, Lozoya es una verdadera joya, destaca su ayuntamiento, de 1698 (con fachada de barroco castellano), la fuente de los Cuatro Caños y la casa de los Suárez de la Concha, primeros señores de Lozoya.
Más información en La Sierra de Guadarrama por otros caminos, de Miguel Tébar.
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